¿El socialismo es un fracaso? ¿No existe socialismo real? ¿Ningún país ha sido socialista nunca?

Por Gonzalo Guerrero.

Esto de que ningún país ha sido socialista es una afirmación muy repetida por troskistas (la quinta columna revisionista y anticomunista disfrazada de radicalismo) y, por supuesto, por todos los que pretenden sembrar la parálisis por desánimo en el movimiento obrero, CIA incluida.

¿Para qué te vas a mover si no vas a llegar a ninguna parte? Son los mismos que nunca se acuerdan de las revoluciones triunfantes y sólo tienen memoria para las derrotas. Atribuyen además a las propias revoluciones la responsabilidad exclusiva de su fracaso o sus carencias, sin echar cuenta de las injerencias externas o analizar las dificultades materiales que sufrieron por causas ajenas a su voluntad.

Revoluciones sociales ha habido muchas,  en su mayor parte ahogadas tarde o temprano por clases contrarias a los intereses de las clases populares. Las clases populares que se componen de trabajadores o campesinos que llevaban y llevan el peso de la vida, de los impuestos, de las privaciones.

Pero, en el siglo XX se dio en Rusia lo que tanto temían las clases burguesas , que los trabajadores tomaran el poder, se sostuvieran y transformaran las reglas económicas y sociales, las leyes y la vida misma. ‘Volveremos’ –decían los burgueses-  ‘No sabrán llevar el país’ repetían.

Pero no esperaron sentados a sus profecías. Como primera tarea, los zaristas se resistieron con las armas en la mano a la Revolución, llamaron a los ejércitos extranjeros en su ayuda y sembraron el sabotaje y el caos allí donde pudieron. Fracasaron.

El capitalismo regresó muchos años más tarde para depredar y parasitar la enorme riqueza que generó el socialismo. Un socialismo que demostró su superioridad como sistema cuando hizo de un país subdesarrollado la segunda y en algunos aspectos la primera potencia mundial. Pero el capitalismo regresó, como sabe hacerlo; el empujón final lo dieron los tanques y un pelele llamado Yeltsyn en 1993. Corrupción es el arma del capital.

https://www.pagina12.com.ar/1999/99-08/99-08-29/pag23.htm

En Rusia primero, pero más  tarde en Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Albania, Yugoslavia, China, en Corea, en Vietnam, en Cuba, en Alto Volta (Burkina Fasso), en Angola, en Mozambique, en Rhodesia (Zimbawue), en Etiopía, Afganistán, Granada,  Nicaragua, hubo durante un número variable de años (y hay también en el presente) gobiernos que pusieron los intereses de los trabajadores por delante de los intereses de las clases burguesas. El socialismo ‘real’ proporcionó estudios, atenciones sanitarias, vivienda asequible, independencia colonial y un largo etcétera de mejoras que fueron limitadas o eliminadas por intervenciones externas de todo tipo. Bloqueos económicos, sanciones, sabotajes y terrorismo, corrupción de dirigentes, invasiones militares, destruyeron los nuevos estados.

Afortunadamente no en todos los lugares los imperialistas coloniales consiguieron mantener sus intereses a salvo y, así, la independencia política es un hecho y se mantiene en países de orientación socialista como la propia China, Vietnam, República Democrática de Corea o Cuba.

Por cada revolución que logró éxito, aunque fuera limitado en el tiempo, hubo muchas otras que fracasaron ya en sus inicios merced a los oficios de la CIA. La socialización del cobre en Chile le costó el gobierno y la vida a Allende y su Frente Popular. La Guatemala de Arbenz, la República Dominicana de Caamaño, la Nicaragüa sandinista o la diminuta isla de Granada conocieron lo que es una invasión mercenaria o el desembarco directo de los marines.

En Chile,  ‘En el último balance sobre acciones terroristas antes del fatídico golpe de Estado, el gobierno denunció la realización de 1.500 atentados, una media de 24 al día, dos decenas de muertos y un centenar de heridos, todo ello sólo entre el 23 de Julio y el 5 de Septiembre del año 1973.’ https://primeraxlinea.wordpress.com/2016/06/05/objetivo-venezuela/

Afganistán (1978-1992) vio cómo sus intentos de modernizar el país y acabar con un régimen de tenencia de la tierra feudal se enfrentaban a bandidos profesionales armados y pagados por la CIA para los que se hicieron hasta películas de promoción en Hollywood (Rambo III).

Tres años (1989-1992) aguantaron los afganos los embates de los mercenarios después de que cesase la ayuda militar soviética. Sucumbieron al fin a los ‘liberadores’ que embalsaman en vida a la mitad de la población y le niegan el derecho al estudio, al trabajo y a elegir libremente pareja. Los frankesteines que acabaron llevando la muerte el 11-S a casa de sus creadores.

Durante la guerra de Corea (1951-53), se calcula que unas 100.000 personas sospechosas de apoyar a los comunistas fueron ejecutadas. Pablo Picasso pintó “Masacre en Corea” en 1951, inspirado en Goya y en las matanzas realizadas por los estadounidenses. La imagen o reproducción de este cuadro estuvo prohibida en Corea del Sur hasta 1990.

En Congo, tras el golpe de estado patrocinado por la CIA,  Patrice  Lumumba  fue abandonado a su suerte por sus supuestos protectores de la ONU y ejecutado en Enero de 1961.

En Indonesia de 1965 a 1966, mataron a entre 500.000 y un millón de comunistas.

Seamos justos, no sólo USA,  todas las potencias coloniales han usado la ejecución extrajudicial contra políticos incómodos. También el secuestro, como cuando en 1956 el ejército francés secuestró el avión marroquí en que viajaba el líder del FLN (Argelia) Ben Bella, al cual encarceló junto a otros colaboradores hasta liberarlo con ocasión de la independencia de Argelia. También Francia secuestró y asesinó en colaboración con Marruecos al opositor marroquí Ben Barka (Octubre 1965). En la operación intervino entre otros un empresario, Georges Boucheseise, ex-agente de la Gestapo. España mandó apuñalar y dejó discapacitado a Antonio Cubillo en Argelia (1978) cuando defendía la independencia de las Islas Canarias. Crímenes de estado que serán silenciados e incluso falsificados. No hay más que ver la histeria que se apodera de los correligionarios de Felipe Gonzalez (ex-presidente del PSOE, España) cuando se menciona a los GAL (1983-87).

¿Cuándo ha podido desarrollarse el socialismo sin ataques exteriores?

¿Qué parte de los fracasos y carencias cabe atribuir a los propios pueblos y dirigentes y qué parte a fuerzas coloniales, imperiales?

¿Es justo analizar los procesos revolucionarios sin poner en la balanza de hechos tanto los que parten de la misma Revolución como los de sus enemigos?

¿Sabe alguna ‘izquierda’ realizar crítica constructiva del socialismo real o se limita a propagar los mantras de los contrarevolucionarios? ¿‘Se tira al niño junto al agua de la bañera’?

¿Ha habido un socialismo pleno, completo, ‘de libro’ en algún momento de la historia? Efectivamente es posible que no, pero, el camino al socialismo ya ha mostrado suficientes ventajas como para seguirlo y profundizar en la construcción de ese ideal. Es ‘utópico’ dirán algunos,  ‘no se va a alcanzar’. Pues podríamos responder aquello que contaba Eduardo Galeano: Para qué sirve la Utopía si cada vez que te acercas se aleja y no la alcanzas nunca-decía un hombre. Pues para eso mismo -respondía otro- Para caminar.

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